SATURNO ENTRA EN SAGITARIO (18/10/2015)

Según las efemérides, Saturno entrará el próximo 18 de Septiembre a las 03:49 a.m. en el signo zodiacal de Sagitario, después de su estancia durante 1078 días, desde el 5 de Octubre de 2012, en el signo de Escorpio. Aunque ya tuvimos una primera visita de Saturno a finales de Diciembre de 2014 hasta mediados de Junio de 2015, esta vez se quedará definitivamente en Sagitario hasta el 20 de Diciembre de 2017.

Efemérides de Septiembre de 2015. En el estudio de los cuerpos celestes, una efemérides es una tabla de valores que da las posiciones de los objetos astronómicos en el cielo en un momento dado.

El planeta Saturno en Astrología

Saturno representa la constricción, la limitación en aras de la perpetuidad y la consistencia. Tradicionalmente, planeta vinculado al tiempo y al paso inexorable de sus dictados. La función psicológica de este planeta es poner límites a cualquier exceso que no respete las reglas que ordenan la realidad. Como si se tratara de un policía o un auditor, Saturno viene a pasar revista desde un criterio de máxima exigencia y con poder para ejecutar fríamente la sanción pertinente.

Dejamos atrás a Saturno en Escorpio

Escorpio es un signo de agua, un signo motivado por emociones. Comúnmente, se habla de emociones intensas y es completamente cierto, no obstante, para comprender a Escorpio es imprescindible introducir algunas categorías menos usuales. Hay tres signos de Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis, en este orden. Cáncer es un arquetipo que representa las emociones básicas que compartimos con todos los mamíferos (apego, alegría, tristeza, enfado...); Escorpio representa, y aquí queríamos llegar, aquellas emociones propias de la vida social que implican necesariamente una moralidad o legalidad (vergüenza, indignación, culpabilidad...); y Piscis, el último signo de agua, representa un símbolo relacionado con emociones que superan lo egoico y social, son emociones que superan lo humano (amor incondicional, trascendencia...).

Saturno en Escorpio nos ha dejado duras pruebas -sobre todo a aquellas personas con planetas en Escorpio, Tauro, Leo y Acuario- con tal de asumir la existencia de una moralidad dominante que debe respetarse con tal de no escandalizar y desestabilizar la convivencia. Es decir, hay ciertos temas que mejor es ocultarlos porque las circunstancias no lo hacen recomendable hacer visible. Es por ello que Escorpio está correlacionado con lo oculto, lo tabú y lo prohibido. Ciertamente, no importa cuál sea la ética o la ley, siempre tendremos que reprimirnos si vivimos socialmente. Por un lado, Saturno en Escorpio nos ha permitido respetar y sentir estos límites que de lo contrario nos habrán hecho pagar altos precios emocionales, incluso legales. Por otro lado, en esta posición Saturno también nos ha enseñado a tomar consciencia de los límites de la represión. Por definición, vivir en sociedad implica un desajuste entre nuestra moralidad y nuestra naturaleza. Todo aquello que no encaje en esta moralidad será considerado malo por definición. Saturno en Escorpio nos habrá enseñado a ser capaces de "ser malos" entendiendo que ello es necesario para liberar emociones que podrían estar enquistadas dentro de nosotros, o pudriéndose poco a poco, enfermándonos psicológicamente. Es lo que ocurre cuando consideramos que el sexo es malo, o que expresar agresivamente nuestro enfado no es propio de seres tan civilizados como nosotros, u otros ejemplos donde nuestra ética nos niega el permiso para vivir lo que es absolutamente natural en nosotros.

Sagitario

Después de sufrir la verdad más profunda e inconfesable de Escorpio, de trascender todo miedo interior, de poder respirar junto a la densidad de un agujero negro, de ascender del valle más profundo, de descender de los cielos, es el turno del noveno signo del Zodiaco: Sagitario, la alegría del viajero, el espíritu cosmopolita, la motivación galáctica, la fe en la verdad, la máxima aspiración sin límites, la intención de serlo todo, animal y humano, instinto y razón, inconsciente y consciente, naturaleza y virtud.

Como ocurre con todos los signos, encontramos diferentes formas de vivir la energía sagitariana según el éxito del proceso escorpiano: el moralista portador de la verdad absoluta y juez supremo, el aventurero ávido de culturas y emociones fuertes; el deportista olímpico sometido a los entrenamientos más estimulantes, el consultor en materias globales como la economía o la antropología; el profesor enamorado de su conocimiento y alumnado. En cualquier caso, Sagitario saca lo mejor de sí -y de los otros- cuando posee unos profundos fundamentos y creencias elevadas que le permiten afrontar grandes cuestiones, vivir a pasos agigantados, orientarse a las metas más ambiciosas.

Saturno entra en Sagitario

Saturno en Sagitario someterá a prueba a aquellas personas con planetas en Sagitario, Géminis, Virgo y Piscis. Se inicia una época de moderación en la pasión, el entusiasmo y las exageradas expectativas sagitarianas, lo cual se puede traducir en una necesaria frustración. Es tiempo para generar expectativas realistas, extralimitarse menos, aprender a decir(se) que no.

La grandeza de espíritu solamente será posible si es merecida. Aquellas creencias de alto nivel que orienten y motiven nuestras vidas se verán sometidas a controles de calidad, descubriendo así sus límites.

Nuestros conocimientos y sabiduría se encontrará con más resistencias de lo normal por lo que será recomendable limitar nuestra libertad de expresión. Será productivo hacer estudios rigurosos (un máster, una formación extensa, una carrera universitaria...) que nos permitan profundizar en los ámbitos de nuestro interés.

Dado que Sagitario está relacionado con lo extranjero, los conflictos internacionales, así como la libertad de movimientos migratorios se verá restringido. Viajar será recomendable solamente si es por trabajo o para desarrollar cualquier proyecto que pueda ser juzgado de serio y comprometido.

Como siempre, Saturno nos traerá duras pruebas para madurar y ser responsables de nuestras vidas. Aunque lo sintamos difícil, es fundamental permanecer fuertes, sosteniendo el miedo, la inseguridad, utilizando dichas emociones para permanecer en alerta, para esforzarnos más allá de toda zona de confort.

Aleix Mercadé